miércoles, 20 de mayo de 2015

Despertando

Una sensación revitalizadora, abriendo los ojos lentamente, descubriendo el brillo del amanecer, el ácido láctico de inmediato te hace sentir los músculos del cuerpo, que estiras enfocado en la intersección del tronco y las piernas, una sensación reconfortante viene acompañada del reacomodo de las primeras vertebras. Alerta y relajado abres el cierre de la carpa, la vegetación de tu elección orquesta la visión que se expande, fusionándose con la amplitud del sonido haciéndose UNO; varias  especies de flora, meciéndose con el paso de un viento ligero que acaricia la tierra como haciendo figuras de polvo, cantos de aves que gravitan en el aire, la fauna que distingue el movimiento y la que no, pero si, en longitudes de onda.

Hacia arriba, la cabeza levantada, con los pies desnudos, la blancura, la altitud y cantidad de nubes tan blancas como la expresión en la mirada de un niño descubriendo la sensación de sus primeros pasos, te indican la dirección del viento y la tendencia del clima. Llegas al artefacto que te ayudó a llegar a ese punto, tan alejado de todo, como en la nada y a la vez, tan en todo.

Es momento de agradecer, de orar, pero antes de descargar lo que uno  ya no necesita, el ciclo vital de cada día. Cada una de las herramientas de sobrevivencia, le das vuelta, las doblas, empacas y las montas en el artefacto. 

Se antojan los dátiles y las nueces que conseguiste dos días antes, que están envueltos hasta arriba de una maleta, también las últimas tres naranjas que te sobran.

Estás listo para seguir descubriendo…te, haciendo... te... UNO, para seguir sintiendo...te. En el agua-eres, en la tierra-eres, en el fuego-eres, en el aire-eres... más allá-eres. ¿Hasta dónde llegarás? Hasta dónde las piernas alcancen... ¿Por qué haces esto, preguntan?
Simplemente...ESTAR...SIENDO...DEJANDO...TE...SER...

1 comentario:

  1. leyendo tus andares y deleitándome de tu escritura hermano! Besos!!!

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